domingo, abril 08, 2007

De un alcatraz gran traductor del lenguaje de los caballos(por Miguel-Dink-Dink)2ºParte.

3º EL PERDEDOR REBELDE Y ENCOLERIZADO: Los frecuentadores del padock han aprendido a lo largo de su carrera como analistas que los caballos ingobernables e incontrolables son SIEMPRE una situación de absolutamente “NO” de cara a la taquilla de apuestas De manera similar a la de los muertos vivientes, los caballos encolerizados son muy fáciles de distinguir entre la multitud. Son aquellos que saltan de aquí para allá como canguros en celo sin razón aparente. Echad un vistazo a su mozo, seguramente éste se encontrará sudando profusamente tratando de controlar al caballo. En vez de investigar las razones de ese comportamiento negativo, que podría ser enfermedad, miedo, rabia, cojera, la acción de drogas legales o ilegales, nuestro tiempo será mejor empleado consignando la negatividad de esa rebeldía y toda la muy necesaria energía que se está perdiendo en le proceso.En algunos casos la rebeldía del caballo se debe a que tiene miedo y sus ojos suelen ofrecer inapelable evidencia al respecto. Su aspecto es como si acabaran de ver un fantasma. Las orejas del caballo en rebeldía en ocasiones parece como si vibraran, moviéndolas al azar en todas direcciones. Resulta obvio que el caballo no se está concentrando en nada en particular y que no quiere estar en el sitio en el que se encuentra. Si se pone excesivamente encolerizado sur orejas se pegarán a su cabeza y casi desaparecerán.Los caballos encolerizados suelen sudar incluso en las épocas más frías del año. Toda la hiper actividad que implica la lucha con su mozo y ese tratar de escapar produce el aumento de temperatura en su cuerpo. Masivas cantidades de sudor con aspecto de espuma blanca pueden deslizarse por sus patas posteriores. El sudor en el cuello, debajo de la silla y en las patas delanteras también es frecuente.Tras gastar innecesariamente toda esa preciosa energía en el paddock, a los corredores rebeldes y encolerizados no les quedará demasiada en su depósito de cara a la inminente carrera.Una cola moviéndose en todas direcciones también denota rebeldía, lo mismo que las contracciones fortuitas de los músculos. Sin razón aparente sus músculos se estremecen como si estuviera intentando espantar un insecto. Si ve estas contracciones en ausencia de insectos eso significa que la situación mental del caballo en ese momento es muy mala.Los caballos rebeldes a menudo llevan su cabeza anormalmente alta, en un interminable intento por liberarse de su mozo. También suelen moverla con vehemencia y muy rápido de izquierda a derecha y si el mozo no está muy atento son capaces de escapar y correr hacia la zona de las cuadras. Los caballos encolerizados suelen ser muy difíciles de ensillar y en esos momentos dejan patente que no quiere saber nada de participar en la carrera. Y lo mismo pasa a la hora de meterlo en los cajones de salida.Cuando estos se abren el caballo encolerizado, o bien se lanza a correr como alma que persigue el diablo, tratando de fugarse del pelotón durante 400 o 600 metros para a continuación pararse en seco, o bien se queda en la salida partiendo lentísimo y perdiendo todas sus opciones. El caballo encolerizado actúa como un perdedor desde el mismísimo instante en que lo veis en el padock hasta el momento en que termina la carrera en las cercanías de la recta de enfrente. Estos caballos raramente muestran una seria oposición a sus rivales.Continuara......

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